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miércoles, 23 de octubre de 2013

Julio César Tello Marquina- El suelo como “ente vivo” y su relación con las enfermedades de las plantas

Biodesinfección del suelo agrícola

El término biodesinfección queda en esta exposición circunscrito a la utilización de materia orgánica poco descompuesta para controlar las enfermedades de las plantas que tienen su origen en el suelo. Entiéndase el término enfermedades en sentido amplio: fungosis, bacteriosis, virosis y las originadas por nematodos. La biodesinfección es un proceso complejo, donde la descomposición de la materia orgánica origina más de 100 sustancias identificadas: aldehídos, alcoholes, ácidos, isotiocianatos, glucosinolatos y un largo etcétera. Durante el proceso, una legión de microorganismos se multiplican al disponer del alimento que le supone la materia orgánica añadida, desencadenando un proceso de competición entre ellos en el cual los patógenos también participan. El resultado final es una neta disminución de las enfermedades en el cultivo, un incremento de vigor y productividad de las plantas y un control de las plantas adventicias competidoras. 

El suelo como “ente vivo” y su relación con las enfermedades de las plantas

En enfoque antropomórfico de “ente vivo” comporta la presentación de diferentes modelos estudiados. El primero atañe a lo que se ha dado en denominar como suelos supresivos a las enfermedades. Supresividad que se manifiesta aunque el patógeno esté presente, el ambiente sea favorable y el hospedador sea sensible. Esta propiedad, frecuentemente de naturaleza microbiológica, permite mostrar que es transferible a suelos no supresivos, es decir que se reproduce. Además suele ser específica para un grupo de patógenos edáficos. Una especulación experimental permite sugerir que el suelo tiene “memoria”. Es decir, los microorganismos se comportan en el suelo en función del alimento que recibieron durante su desarrollo. Esta forma de ver enlaza con el papel ejercido, desde antiguo, por las rotaciones culturales, recomendadas para el manejo de enfermedades del suelo. 
Finalmente, el suelo como “ente vivo” también se “fatiga”. Se presentan datos experimentales y observaciones bibliográficas sobre este fenómeno de las tierras cansadas, estrechamente ligado al monocultivo. Fenómeno no pocas veces olvidado, cuando no enmascarado por prácticas agrícolas que no atienden al fondo del manejo de los cultivos.


El doctor Julio César Tello M. tiene 40 años de experiencia. Se desempeña como catedrático y director del departamento de Producción Vegetal de la Universidad de Almería, España. Es consultor de la Unión Europea para la Sanidad de Semillas. Consultor de las Naciones Unidas para la eliminación del Bromuro de Metilo. Premiado por sus investigaciones en el campo de las enfermedades de las plantas. Su especialidad de investigación ha sido los patógenos del suelo en los cultivos hortícolas. Director del Servicio de Sanidad Vegetal en el Instituto Nacional de Semillas y plantas de Vivero, donde hizo investigación sobre sanidad de semillas. 
Es miembro de diferentes sociedades nacionales e internacionales: Sociedad Española de Fitopatología, Sociedad Española de Agricultura Ecológica, Sociedad Internacional de las Ciencias del Suelo, Sociedad Fitopatológica Norteamericana (APS), etc.
Especialista en micosis de origen edáfico, publicó 300 artículos, capítulos de libros y libros sobre su especialidad, tanto en editoriales nacionales como internacionales. Ha impartido más de 100 cursos y cursillos, tanto en España como en el extranjero y coordinó 20 proyectos de investigación.

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